De repente ves que es complicado explicarle a la
gente lo que es LinkedIn (LI).
Sí, la gente sabe, intuye, que es importante,
pero es que son tantos detalles pegados unos con otros. Hay que meterle tiempo,
las cosas no salen solas. Se tiene que explicar temas que no son propios de LI,
por decir, respecto a eso, ¿qué quieres hacer con LI? ¿Hasta dónde le quieres meter de tiempo?,
¿tienes claro cómo le puedes hacer? ¿Ya tienes tu estrategia? Sabes de tu proyecto, ¿a dónde va? Tu
carrera, ¿te queda clara su dirección?
Eso me da pie a hacer hincapié en el tema mismo del
explicar.
Lo que yo no me había figurado que al principio de
la explicación la gente a la que le explicas (la redundancia, claro) está
primero en un estado del ¿POR QUÉ?
Es que ya saben: primero está el escepticismo, la
gente está expectante mirándolo a uno, como midiéndolo, dándole los 15 minutos
de beneficio de la duda (similar al tiempo que damos a una película, 5 minutos, a un libro, 15
páginas, a una canción, 20 segundos, a una obra en sí, los minutos correspondientes
de gracia) y así uno lo tienen apurado construyendo (sí, tratando) la empatía a toda prisa porque
se acaba el tiempo y todavía ni les caes bien ni se ríen de los primeros dos
chistes que les dijiste.
Sabes que el entendimiento es costoso, en tiempo, en
dinero, en recursos. Y bueno, mientras te tengas la confianza, saldrás
adelante.
Y que es como seguir una serie de pasos, como de ir
de la letra A a la letra Z, una por una, es decir, de algún modo todos estamos
al principio en el rango de las primeras letras, y nos seguimos preguntando el
POR QUÉ estamos reunidos en una sala para que nos expliquen algo que no
entendemos su causa o motivo o razón de, siendo redundante una vez más, de
entender.
Pero poco a poco se va dando un avance conforme se
develan misterios, se desentrañan detalles, se examinan puntos y puntos, el
POR QUÉ se empieza a convertir en el YA ENTENDÍ, y la gente dice: ahora ya no
pierdas el tiempo, ¡ya dame el CÓMO!
Y es en ese mero momento en el que todo se
transforma, la gente se siente más segura, ya sabe el POR QUÉ están reunidos, ya
saben o entreven hacia dónde va todo. Ya aparece la impaciencia.
El milagro del entendimiento se da y florece.
Pero claro, hay que practicarle, ¿ok? No todo
aparece de la nada y se tiene que afianzar. "No pain, no gain", dicen allá arriba en el mapa. Y tienen
razón.
De cierta manera ellos ya están del otro lado y...
sssh, pero esperen, viene otro grupo.
(Y lo más interesante es que, reflexionando un poco,
esto los maestros lo hacen con sus alumnos todos los días en las escuelas...
eso sí es admirable, ¿no creen?)
Con LinkedIn, les advierto, hay que meterse, desde
temas de:
"¿qué le pondré al extracto?",
"¿qué rollo le pondré en la definición de mi
puesto?",
"¿qué le pondré a mis habilidades y conocimientos?",
"¿a qué grupos me meteré?",
"¿cuáles de estos son los que valdrán la pena?",
"y de los de entre más de miles de contactos, ¿cómo
los elegiré?",
"¿qué les diré a manera de introducción...?".
En fin.
Pasen buen lunes, buen final de quincena, buen día,
buena hora, buen instante, ¿les ofrezco un café?, ¿un tecito? ¿Una Coca light? ¿Una Pepsi light? Umm, no, esa no, ya se está acabando y para ir al
Seven hay un calor que ni les cuento...
****
Nada más como info suplementaria:
Mi nombre es Luis Eduardo García
Soy Coach LinkedIn / Evangelista de Networking /
Conector / Escritor
Últimamente estoy haciendo cursos sobre LinkedIn, Redes Sociales y Networking en
empresas y abiertos al público, pide informes en luis.garcia.2099@gmail.com
También estoy proponiendo a universidades un plan
para ayudar a los próximos a egresar y a los recién egresados a que el Networking sea una soft
skill necesaria para ser considerada como extracurricular.
¡Gracias por leerme!
No hay comentarios:
Publicar un comentario