lunes, 8 de julio de 2013

Bitácora 08.07.13 El Arte de la Desvergüenza: La Autopromoción



El Arte de la Autopromoción, es el nombre de un artículo de la revista Fast Company que está aquí

Digo, hay personas que creen, bajo pena de muerte, que no debe uno hacerse autopropaganda, porque, afirman, que eso raya en lo patético, que si pones algo en una red social, debe ser la gente la que juzgue y exprese su aprobación mediante el "like" o "retweet" o el "Recomienda esto". Que uno jamás se debe hacer un halago, porque dice el dicho: "halago de propia boca es vituperio". El que inventó eso no tuvo ni una tiendita siquiera.

El artículo sostiene lo contrario.

También defiende la tesis, la cual es, hasta cierto punto, verdadera (ok, probablemente es totalmente verdadera) de que "los productos no se venden solos").

Me pregunto sobre estas corrientes de pensamiento y de plano creo que no sabremos con claridad cual es la razón de que cambien las opiniones mainstream, si es que existe algo llamado así, pero una cosa es cierta, nada mas nosotros sabemos el esfuerzo de lograr dominar una habilidad, y para qué nos engañamos, estamos en esto para conseguir un beneficio tangible, además de los intangibles, claro, y en esa búsqueda de la atención, tan necesaria, tratamos de hacer lo indecible para lograrla.

Hay que decirle de todas maneras a la gente que tenemos algo que les puede ayudar a resolver sus problemas (sin problemas muchas industrias no existirían, porque nosotros en cierta manera, somos "solucionadores de problemas", así que gracias a Dios por los problemas, ¿no?), si no, ¿cómo se enterarán de qué estamos hechos?.

Leyendo el artículo me entero también que el autor tuvo como mil "endorsements" en el tema de sus habilidades y conocimientos (hablo de LinkedIn, ¿de qué más?), y es que uno ve eso de 99+ y no puedes evitar exclamar: ¡wow, que arrastre!, y no es así tal cual: él acepta públicamente ¡¡que ocurrió así porque los pidió en forma explicita!! 

O una de tres: o es valor, o es ingenuidad, o es cálculo frío porque, ¿quien se va a negar a una petición de validación de ese tipo?, hacerlo en realidad no te compromete a nada en particular. 

Si alguien hace un proyecto con una persona cuyo perfil muestra un reconocimiento arrollador de habilidades de "blogista" y después de todo, se hace un blog costoso y que nadie va y lee, ¿vas a culpar a cada una de las personas que le dieron su "+" a esa habilidad de "blog" en particular? 

No lo creo.

Como que hay que darle una pensada, nadie se muere por anunciarse, y por lo mismo nadie se muere por validarse...

Es cuestión de creer en uno mismo. Y publicitarse también. A nadie le hace daño.

Finalmente, el autor dice que tienes que tener humildad y sentido del humor, tienes que elegir bien las palabras, porque no es lo mismo decir "¿te puedo contar una historia?" a "¡tengo una historia que te puede interesar y mucho!"

La primera frase implica que pides que TE HAGAN UN FAVOR. 


La segunda implica que TU LES HARÁS EL FAVOR A ELLOS. 

Es lo mismo, pero cambia la semántica. Jonathan Rick, el autor del artículo, lo dice, "la semántica, lo es todo".

¿Estas de acuerdo? 

o prefieres este otro final:

Tú también estarías de acuerdo ¿verdad?

Sí, cuestión de semántica.




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Mi nombre es Luis Eduardo García
Soy Coach LinkedIn / Evangelista de Networking / Metaconector / Escritor

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Gracias por leerme!

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